jueves, 12 de febrero de 2009

Si sé, con quien estoy hablando

A la frase arrogante y amenazadora, en tono de pregunta o de afirmación, de : "Usted no sabe no sabe con quien está hablando", yo contesto que sí, que lo sé perfectamente.
Usted estudió junto a mí en el colegio, caballerete, usted como hijo mimado de padres prepotentes, presumía siempre del especial trato que recibía del profesorado, conseguido por indicación o amenaza de los fascistas de sus padres, que eran jueces, policías o en general sicarios del poder autócrata. Más tarde en la universidad, se escondía cobardemente en la biblioteca para no mezclarse con los que recorríamos los pasillos poniendo carteles, o convocábamos asambleas y manifestaciones, dentro de nuestra actividad antifranquista. Cuando el boicot de exámenes, en los años setenta, corrió a examinarse a casa del catedrático, para saltárselo. Durante el servicio militar, accedió a informar al Servicio de Inteligencia Militar de quienes eran los organizadores de la movilización de los soldados, y de las actividades de la Unión Democrática de Soldados, y sufrimos persecución y arrestos por su delación. Continuó agazapado políticamente, y vio pasar los años y llegar las canas, desde su buen puesto profesional, obtenido gracias a las influencias de sus padres.
Traicionó a su mujer como a sus compañeros de estudios o de trabajo, gracias a lo cual se fue encaramando socialmente, dejando un reguero de desolación al paso de su ambición desmedida.
Y ahora desde ese partido político, y de ese cargo público, presume de ser demócrata (de toda la vida), admirador de la transición, entusiasta seguidor del rey, y progresista incuestionable.
Ayer le oí decir la frase de marras, y sentí, que no me la dijese a mí, claro que no pierdo la esperanza, porque es usted tan necio y ególatra, que no se acuerda de quien soy yo, y el día menos pensado se me planta delante, y me la espeta, engolando la voz, y ahí te quiero yo ver. Como voy a disfrutar. A la espera de que nos veamos, reciba mi más absoluto asco y desprecio,
El Ayudante del Farero

miércoles, 11 de febrero de 2009

Peliculas no, cine si.

Yo veo pocas películas españolas, porque lo que me gusta es el cine, es decir el séptimo arte. Actores en España hay menos que artistas, actores ha habido y hay :
Marsillach, Prada, Rabal, Espert, Gómez, Gutierrez Caba, Molina, etc... y lo curioso es que por mor de la supervivencia, estos se han visto y se ven obligados a compartir la escena o el plató con artistas de un solo papel como los resines, los coronados, y tantos otros que permanecen a su lado, sin aprender nada los indoctos de ellos, que ni estudian ni emulan a sus compañeros de trabajo; y los otros, los que triunfan en Hollywood al haberse hecho un hueco por su único papel, es decir, su rol. En este grupo selecto tenemos al macarrilla andaluz, a la raquera de barrio, o al aparente machote. Es lógico su triunfo, porque cuando un director de cine necesita alguien para ese papel, busca a quien primero le dé ese perfil.
Algunos de estos artistas, que a veces se codean con actores de cine, tienen la sensibilidad tan en los talones, que no aprecian las notorias diferencias que hay entre ellos, posiblemente porque tampoco entienden de arte dramático. Ni lo practican ni lo comprenden. Creen que lo que ellos hacen también es cine o teatro.
En último lugar están los que tocan las maracas al gobierno, con sombreros y bigotes forman el nutrido mariachi que hace el caraoque en las producciones televisivas y películas varias, son un grupo coral que acude con camisetas reivindicativas a la voz de mando, obedientes ante la subvención del Ministerio de Cultura que patrocina algunas de sus mamarrachadas. De estos no doy nombres porque les haría famosos.
El Ayudante del Farero.

martes, 3 de febrero de 2009

"Es lo que hay"

Con esta frase, justifican su negligencia los padres irresponsables que dejan a sus vástagos sueltos como vacas sin cencerro, expuestos a mil y un peligros, y los cobardes que se justifican también en su queja y lamento continuo, por el desgobierno, la ausencia de autoridad, la inseguridad, o la falta de actuación de los gobiernos ante la crisis económica. Todos salen llorando en los informativos, y coronan su lacrimógeno discurso con la frasecita de marras.
Esta frase, también tiene como utilidad, el indicar que no se hable más, que queda sentenciada la cuestión, porque es la actitud dominante o por otras razones, todas generadas por la enorme debilidad del que las argumenta. Es necesario, por tanto, para estas gentes "pobres de espíritu" resignarse, sin realizar ninguna acción, y solo protestar, siempre con sordina, rezongando continuamente por lo bajini; más si alguien les increpa e invita a la rebelión, ellos indignados se revuelven en su madriguera exclamando "Es lo que hay".
En los últimos días, según cuentan las informaciones, unos padres, que en la lamentable situación de perder a una hija (sin saber como), no recuerdan en un primer momento, y se contradicen en sus explicaciones, al ignorar cuales fueron los últimos pasos de su hija por su domicilio, minutos antes de desaparecer, teniendo que entrar en deducciones, porque no fueron diligentes, ni responsables, en la observación de la vida que llevaba alguien, que sin la formación debida, ni experiencia alguna, y dando muestras de infantil proceder por su atolondrada condición de adolescente mimada (chateando en "Tontonet" con tarados y delincuentes), la ha conducido a estar hoy, extraviada, secuestrada, o algo peor, y que además era su querida hija.
Pero mientras sollozan rodeados de familiares y vecinos, dicen todos a coro solidaria y cobardemente : "Es lo que hay".
El Ayudante del Farero.