domingo, 11 de noviembre de 2007

La importancia y transcendencia del "ea" manchego.

Es frecuente observar, que personas provenientes de un ambiente rustico manchego expresen sus opiniones a través de complicadas frases trufadas a veces de palabras inconexas con el sentido del discurso, pero que dan al hablante un tono inhabitual frente a la vulgaridad que le rodea y que pretende superar. Esas frases pretenciosas a veces son difíciles de entender o tienen un sentido ambiguo, que el interlocutor no debe aceptar con un si, porque no ha entendido totalmente su significado, y puede que no esté de acuerdo, y tampoco negar tajantemente por idéntica razón, y hete aquí que surge providencialmente la palabra idonea, “ea”, que no es si, ni es no sino más bien, “si tu lo dices asi será”.
La Mancha no sólo es lugar de residencia, también lo es de transito, lo permite su geografia cortada por un sinfín de rutas que comunican oriente con occidente y norte con sur, de ahí que hayan hecho de la hospitalidad siempre gala su gentes, pero la hospitalidad tiene sus riesgos pues el visitante viene cargado de pensamientos que vuelca en discursos a veces controvertidos y a veces abiertamente contradictorios con los del manchego hospitalario que las escucha, y es entonces cuando surge la diplomacia manchega del, ni si ni no, el providencial ea, que también tiene otras ventajas accesorias pues dicho con rotundidez indica “y no se hable más” permitiendo al interlocutor descansar de emitir frases tan retoricas y complicadas, que por los silencios en la emisión de las palabras denotan un esfuerzo intelectual grande en darselas de filosofo. El ea pone fin de una manera cordial y amistosa “si tu lo dices y te lo crees asi, así será y no se hable más”.
Prodigiosa palabra en tanta brevedad ortografica. Un ejemplo de diplomacia y socarronería.
El ayudante del Farero.