Tras estas vacaciones estivales no habrá foto de la familia real como otros años. Existen para ello varias razones. A la hora de componer el grupo habitual de abuelos, padres y nietos, surge el primer problema, los niños que van siendo mayores, dado que están tan mimados y malcriados, pues lógicamente se muestran incontrolables en cuanto a movilidad y gestualidad. No comprenden la incoherencia del “Primus inter pares”, y a lo mejor la comprenden tarde. En segundo lugar iba a haber demasiadas miradas de la prensa marrón (mejor que rosa) hacia los retoques faciales de la princesa. Estos mismos babosos cronistas estarían pendientes de comentar una vez mas la ausencia del duque, y muy atentos a si cuando entran las infantas salen los príncipes y viceversa, buscando tres pies al gato, que a lo mejor los tiene, pero que para mentes sanas y para la marcha del país es irrelevante. En suma, demasiados problemas colaterales. Más para colmo de males, un año en el que la mayoría de las familias han recortado sus vacaciones, debido a la crisis, que el amigo del monarca ha reconocido ayer mismo, iban a aparecer ellos con sus rostros tan morenos, y lo que es peor, con una gran duda sobre la actitud gestual; si sonrientes, pudiera resultar políticamente incorrecto, y si apareciesen tristes o serios resultaría incoherente. Por tanto, mejor no hay foto. Lo siento por la prensa marrón que tendrá que volver a torturar con impertinencias a la anciana y depauperada duquesa que no puede articular tres palabras seguidas, ni dar tres pasos, sin la ayuda de la mujer del maestro.
Nota.- El maestro, para quien lo quiera saber, es el genial matador de toros Curro Romero, artista ajeno a toda esta historia. (Mis respetos).
Nota.- El maestro, para quien lo quiera saber, es el genial matador de toros Curro Romero, artista ajeno a toda esta historia. (Mis respetos).
El Ayudante del Farero