El Concejal

Nunca leyó un libro, pues en la escuela se ayudaba de resúmenes, y otros sistemas para pasar los exámenes, y no hizo el bachillerato; como profesional era menos que mediocre, y para colmo al cerrar la empresa se quedó en paro, llevaba ya seis meses, y gracias a la mujer que asistía en algunas casas, lograban pagar la casa, la comida, y el colegio de las niñas; como la mujer cosía, mantenía el vestuario de la familia, más alguna pieza, que de vez en cuando una vecina tenia a bien regalarle; y estando en estas le hicieron la propuesta, fue en el bar cutre de la esquina, donde solía recalar antes de la comida para comprar tabaco y tomarse un botellín:
-“Podías hacerte del partido, y dadas las circunstancias, tendrías incluso posibilidades de ir en la lista”
-“ Pero si yo nunca me he metido en política, si me parecen todos los mismos”.
-“ No importa, tu te apuntas, y verás como algo cae”.
Siguió tan doctos consejos y al poco estaba en la lista para las municipales ocupando un puesto destacado; sus rasgos faciales, de esforzado trabajador con noble apariencia, hicieron el resto y le granjearon un puesto destacado en las listas; cuando ganaron, le otorgaron una concejalia, la de deportes, porque no sabían cual darle, y pensaron que esta y la de la tercera edad eran las mas vacías de contenido. Condición necesaria para hacérselo fácil.
Como concejal con plena dedicación, pudo colocar a su mujer, en el puesto de secretaria suya, y ya las cosas empezaron a ir mejor. En la empresa de servicios públicos se necesitaba un concejal que figurara al frente y pensaron en él, dado que nunca proponía nada ni polemizaba en las reuniones con el grupo de concejales, entre otras cosas porque nada entendía y se aburría como una ostra. Por tanto el no ser polémico le granjeaba el afecto, y el ascenso remunerado en la escala política.
Gastos, dietas, y otros emolumentos “non santos” ayudaban al bienestar familiar.
Llegó a ser, después del alcalde, el concejal con más poder en el Municipio, debido en gran parte a sus largas estancias en el Ayuntamiento porque se aburría en casa con la mujer y las niñas, y en parte a su buena relación con el chulo que era el dueño de un puticlub cercano, que le hacia buen precio a él y a los que le acompañaran, ofreciéndoles la compañía a su vez de las tres valiosas joyas de su harén polaco.
La situación de la familia mejoró bastante, hasta el punto de poder estudiar las chicas, y atesorar tres pisos, adquiridos “con facilidades del vendedor”, el familiar y dos para las dos mujercitas, que al seguir viviendo en casa con los papas, pusieron en alquiler los mismos para hacer negocio.
No leía el periódico porque le parecían todos iguales, y se excusaba siempre de acudir a los mítines; el arte en su casa se circunscribía a una figura en forma de bailarina de Lladró que les regalaron el día de la boda, y que se encontraba dispuesta a saltar del televisor al suelo en cualquier instante, y un cuadro (archirepetido) que representa a una pareja india abrazados, y formando una especie de pene con sus mantos llenos de doraditos brillantotes, vamos una mierda en mitad del salón.
En su discoteca, el Fari, y los Chichos.
Hoy se ha muerto, y unos representantes de su partido encabezan el cortejo, haciéndose acompañar de una corona en la que destaca el logotipo del partido, y una frase muy original: “Tus compañeros no te olvidan”.
Tan vulgar fue en su vida como en su sepelio. A buen seguro le pondrán su nombre a una calle del pueblo, que procuraré esquivar.
Ellos lloran la muerte de él, y yo lloro la muerte de España.
El Ayudante del Farero.

El gótico flamígero.

No sabia yo como definir la cursilería socialdemócrata, hasta que las niñas de Rodríguez, me han dado la pauta. Las susodichas niñas, en su sincera ingenuidad, visten siguiendo la moda gótica, moda que profesa una parte de la juventud indocta que desconoce que es un antiguo estilo arquitectónico; forma de vestir que es consecuente con el verbo de su padre y sus corifeos, aunque ellos mas rebuscados son góticos flamígeros. El gótico flamígero es para algunos el más alto grado del arte gótico, por el enriquecimiento de las volutas en los capiteles, los ventanales, los frisos, y arquitrabes, para otros es la decadencia del gótico por su recargamiento excesivo, y en parte además contradictorio con la austeridad de líneas de sus inicios.
La manera de hablar de estos socialdemócratas, resulta chocante al principio, salvo que se acuerde uno del léxico de los tebeos de Batman, que si se recuerda vive en Gotham que es ciudad gótica también.
Pero la risa de Rodríguez, lo que me recuerda es, a esa risa siniestra asociada también a esos mismos tebeos. ¡Esa risa me preocupa!¿No se reirá de nosotros?
El Ayudante del Farero.

La elocuencia de una foto.

La foto de las hijas de Zapatero, censurada por la agencia efe, efe de Falange y de Franco, representa elocuentemente lo que está acaeciendo en nuestro país. La juventud alienada, y aborregada, en su mayor parte, en aras de las modas y el comportamiento gregario, cuando no seducida por el alcohol y las drogas, se comporta viste y actúa como muestran las pobres niñas del presidente de gobierno, con su atuendo gótico y poses de quasimodo.
Mucho se habla de la falta de autoridad de los padres, olvidando el factor previo, que es la falta de dignidad, propia y en defensa de sus seres queridos. Cuando se pierden, o nunca se han tenido, coordenadas éticas y estéticas por donde desplazarse, cuando el “todo vale” o el “es lo que hay”, junto al relativismo moral, de quien no cree ni en Cristo ni en Marx, de quien presume de progresista, les conduce a confundir el hipismo, con la anarquía, y con la inversión en bolsa, se llega a producir un hartazgo en sus vástagos, que por vagueria e indolencia se evaden de la contradictoria y patética realidad, comportándose como cobardes esperpentos, tan ridículos como sus progenitores, pero eso si mas sinceros, que ellos. Algo hemos ganado, pero más bien poco.
El Ayudante del Farero

Informando a padres

Comienza el curso y se hace necesario avisar a padres y madres sobre algunos aspectos referentes a la educación de sus retoños.
El alumno acude diariamente a clase donde se encuentra un profesor, que imparte una materia determinada; la alocución diaria del mismo, versa sobre el contenido de un texto específico, que se ha obligado a comprar al alumno. El alumno puede observar la diferencia mas o menos sutil, según lo exija el tema y los condicionantes pedagógicos, entre el texto y el discurso del enseñante, anotando en un cuaderno o libreta que porta permanentemente a lo largo del curso, apuntes personalmente redactados, incidiendo en los aspectos más controvertidos, o más delicados, o difíciles de retener mentalmente (determinados datos significativos), no recogidos en el texto para su posterior estudio.
Una vez en su casa, biblioteca, o lugar acondicionado para el estudio, el alumnos tiene ante si, tres fuentes de información suficientes en la mayoría de los casos, sobre todo durante el bachillerato, debido a la tibieza y ligereza de conocimientos que se les ofrece, esas tres fuentes de conocimientos son: sus libros, sus apuntes, y su memoria.
Salvo que esté en plena carrera universitaria y se le exija creatividad científica la consulta a través de Internet tiene como finalidad otras actividades diferentes de las escolares.
El entrar en contacto con apuntes de otros alumnos es excusa pueril, para utilizar Internet, porque no se suelen entender los apuntes de otros, que inciden en aspectos propios de interés para quien los hace, y están redactados de manera peculiar, por ser algo bastante personal, y poco transferible.
En suma, la consulta en Internet es para ligar o solazarse, queden enterados papas y mamas.

últimas noticias

Pequeño y miserable hermano.

Un indeseable, nos insulta desde la pantalla del televisor, en nombre del infecto programa de Telecinco; dice el sujeto, que los especimenes que pueblan el elenco de tan singular y chabacano reality, superan la media de inteligencia de la población española.
No hay respuesta posible, ni manifestación razonada de disconformidad, semejante afrenta a la sociedad solo puede provenir de un grupo de vividores carentes de ética profesional, que hociquean en la basura, con chaperos y prostitutas indignos, porque hasta en esas profesiones hay también dos tipos de personas, los dignos y los indignos aunque sean sus profesiones tan peculiares e indignas, pero algunos de los individuos que las ejercen, no lo son, o al menos se esfuerzan por no serlo.
Claro está, que los espectadores de tan nauseabundo programa se merecen este insulto y más, debido a lo “tragones” y “sucios” que son, buscando escenas escabrosas, y situaciones escatológicas que meter en su sala de estar, todo un vergel entre oficiantes y público, toda una triste realidad de la España actual que indica el grado de degeneración de nuestra sociedad, no muy distante de la situación general dominante en el denominado bloque del mundo inmerso en la sociedad occidental.
El Ayudante del Farero.

La protegida de Telecinco.

Esa mujer histérica, desmesurada, grosera, analfabeta, y ridícula que tutela con mimo la cadena Telecinco, por su rentabilidad, que no por amor, es en parte un reflejo de parte de nuestra sociedad, y parte una posibilidad de establecer comparaciones consoladoras a bastantes padres que exclaman: “Existiendo eso, que feliz debo sentirme, de que mis hijos no sean así”.

Telecinco se está especializando en la captación de todo tipo de personajes patibularios, chaperos de discoteca, meretrices de carretera, y un sinfín de cuasimodos y frikis, y dentro de este selecto grupo la que más destaca por sus negativas cualidades es sin duda alguna “la protegida”, no encontrará el televidente personaje más intempestivo, y absurdo, pero eso si, “les da mucho juego”, en su programación basura y canallesca.

Más pronto que tarde se convertirá en un juguete roto, si no lo es ya, y su caída ha de producirle seguramente en ella, por su falta absoluta de cultura e inteligencia, una fatal depresión, de lamentables consecuencias.

Estos mercachifles carentes de ética, merecen que se les haga responsables de los excesos a los que conduce su desmedido afán de lucro, y en consecuencia el repudio público de la cadena y de los productos que en sus asquerosos programas se anuncian.

El Ayudante del Farero.