martes, 11 de noviembre de 2008

Cancelación de licencias de emisoras en Cataluña.

Los usos y costumbres del autoritarismo descerebrado conducen a adoptar actitudes patéticamente fascistas. Los reyezuelos nacionalistas y sus corifeos del Parlament, parten y reparten en Cataluña licencias de radiodifusión a través del CAC, y tantas otras cosas más, como si fueran Zeus repartiendo gracias desde el Olimpo. Han perdido la perspectiva política, si alguna vez la tuvieron, comprometiendo y vulnerando el derecho a la información y a la opinión. No tienen ni las armas de la dictadura, ni el coraje revolucionario suficiente para defender sus arbitrariedades públicamente. Se amparan en sus vericuetos legales, y sus trapisondas, para hacer que parezcan sus decisiones, como exhaladas por la conciencia popular. Viven inmersos en su cobardía de sofistas, que predican hoy, lo que matizarán mañana porque negaron ayer. Hoy es la COPE y VOCENTO, mañana quien sabe. El único sistema para enfrentarse a estos déspotas es ganar la calle. Animo desde aquí, a la vez que les muestro mi solidaridad profesional y personal, a los responsables de las emisoras clausuradas de ambas cadenas a emitir en plena calle, y comprobar como los prebostes nacionalistas mandan a las fuerzas de orden público, a su cargo, contra los comunicadores y la población que les escuche. Sería muy concluyente y esclarecedor ver periodistas detenidos por alterar el orden, a causa de emitir en plena calle un programa de radio.
El Ayudante del Farero

miércoles, 5 de noviembre de 2008

G 20, marketing global.

Al margen de los acuerdos que se logren en la anunciada cumbre del G 20, lo más importante, es el hecho mismo de su realización. Considero, que el efecto psicológico por un lado, que cause en los países, participantes o no, el acontecimiento de un posible acuerdo global en materia económica, puede ser determinante, en cuanto a tranquilizar a los consumidores, y por ende a los mercados, debido a que en definitiva son factores bastante etéreos los que, al fin y a la postre, determinan el valor de los bienes intercambiables. En segundo lugar, el escuchar y tener en cuenta las apreciaciones de los países de economías emergentes, tendrá como consecuencia, abandonar el despotismo ilustrado, que ha conducido a los más ricos a decidir sin contar con nadie, en política económica. Los tiempos mandan, y la crisis les aconseja ser condescendientes ante las exigencias de los hasta ahora marginados.
No es suficiente hoy en día controlar el mercado como primer comprador, se hace necesario en cambio llegar a acuerdos con el vendedor en beneficio de ambos, lo que estabiliza los precios, y evita vaivenes peligrosos por intromisión de terceros desestabilizantes. Unas normas internacionales de comercio global, con la intención de evitar abusos en la búsqueda de dinero fácil, por parte de desaprensivos, contribuiría a superar la crisis actual y sentar las bases de un nuevo orden económico, y de inmediatas consecuencias políticas. Pero pese a todo lo expuesto, también se corre el riesgo de que no pase la cumbre de ser una operación de marketing de nulas consecuencias. Habrá que esperar para juzgar el resultado.
El Ayudante del Farero